El arte es entendido generalmente como cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con una finalidad estética o comunicativa, a través del cual se expresan ideas, emociones, o en general una visión del mundo, mediante varios recursos como los plásticos, sonoros, lingüísticos, o mixtos, y por lo tanto es un componente fundamental de la cultura, formando, desde tiempos inmemoriales, parte esencial de todo ser humano.
Se suele asegurar que el camino hacia el éxito (o en este caso hacia el conocimiento) está plagado de espinas, o por lo menos de dificultades de todo tipo, aunque, a decir verdad, esta ha sido una preciosa historia de descubrimiento personal, que me encantaría compartir con todos ustedes ¿me acompañan?
Esta increíble historia o, más bien, esta fascinante aventura de descubrimiento personal tuvo sus comienzos hace muchísimos años atrás, y, contrariamente a lo esperado comenzó con una de las disciplinas artísticas (o una de las Bellas Artes) más difíciles de comprender y asimilar para una adolescente, como lo es la arquitectura. Según la lógica debería haber comenzado por (y con) una de sus hermanas, la pintura, género que conocía un poco mejor y en que me sentía levemente más segura, pero la escuela de la vida siempre suele tener varias sorpresas preparadas para cada uno de nosotros, que aparecen inesperadamente en nuestro horizonte cuando menos lo esperamos.
Todo comenzó con una clase de historia antigua, específicamente, del Antiguo Egipto..., y con algunas fotos tanto de las pirámides de Giza, como de algunos de sus templos más famosos, aunque más que atender y concentrarme en la clase en sí, volvía una y otra vez a buscar aquellas maravillas, compenetrada totalmente en aquellas fascinantes construcciones, ¿la clase de historia?.., no necesitaba atender demasiado, estaba todo en los libros que, además, habían ganado en interés..., gracias a aquellas fotografías. Lejos estaba, a mis 15 años de edad, de comprender el real significado de lo que estaba sucediendo, el arte había hecho su aparición en mi vida, y con el tiempo se convertiría en un tema esencial en mi existencia.
Aquella fascinación, aquel interés por el mundo de las civilizaciones antiguas (muchas de las cuales nos han dejado un legado cultural, artístico y científico enorme), tuvo su apoteosis en aquel maravilloso viaje a Egipto que realicé al finalizar mis estudios secundarios. Es imposible describir las miles de sensaciones, emociones y vivencias que pasaron por mi interior al observar aquellas maravillas de cerca, y al ser capaz de tocarlas con la palma de mi mano, mientras que algunas preguntas comenzaban a agolparse en mi interior: ¿Cómo las realizaron y como todavía, y aun después de tanto tiempo seguían existiendo, especialmente cuando se tenía en cuenta de que muchos de los edificios modernos (construidos con las máquinas más modernas) a veces se desmoronaban como polvo, si llegaban a estar en el camino de un terremoto, por ejemplo?, y aunque me lo hubieran tratado de explicar, en aquel instante seguramente, no lo hubiera ni asimilado ni comprendido.... Las respuestas a tales preguntas no llegarían hasta muchos años después.
El arte había entrado triunfalmente en mi existencia, y contrariamente a lo que se puede llegar a suponer, mi interés, lejos de estancarse o disminuir (especialmente después de terminar la escuela secundaria), aumentaba lenta pero de manera segura, con cada nuevo "descubrimiento" que realizaba. Solía pasarme tardes enteras buceando en algunas de las tantas enciclopedias sobre los temas de mi interés preferido, o bien prestaba muchísima atención cuando se hablaba sobre ellos, lenta, pero seguramente fui abriendo el abanico del conocimiento, día a día un poco más, aunque, la asociación entre muchas palabras y los artistas de aquellos períodos, aun no me quedaban demasiado claros.
Todo comenzó con una clase de historia antigua, específicamente, del Antiguo Egipto..., y con algunas fotos tanto de las pirámides de Giza, como de algunos de sus templos más famosos, aunque más que atender y concentrarme en la clase en sí, volvía una y otra vez a buscar aquellas maravillas, compenetrada totalmente en aquellas fascinantes construcciones, ¿la clase de historia?.., no necesitaba atender demasiado, estaba todo en los libros que, además, habían ganado en interés..., gracias a aquellas fotografías. Lejos estaba, a mis 15 años de edad, de comprender el real significado de lo que estaba sucediendo, el arte había hecho su aparición en mi vida, y con el tiempo se convertiría en un tema esencial en mi existencia.
El arte había entrado triunfalmente en mi existencia, y contrariamente a lo que se puede llegar a suponer, mi interés, lejos de estancarse o disminuir (especialmente después de terminar la escuela secundaria), aumentaba lenta pero de manera segura, con cada nuevo "descubrimiento" que realizaba. Solía pasarme tardes enteras buceando en algunas de las tantas enciclopedias sobre los temas de mi interés preferido, o bien prestaba muchísima atención cuando se hablaba sobre ellos, lenta, pero seguramente fui abriendo el abanico del conocimiento, día a día un poco más, aunque, la asociación entre muchas palabras y los artistas de aquellos períodos, aun no me quedaban demasiado claros.
En aquellos tiempos mis conocimientos sobre arte eran mínimas: además de tener algunos conocimientos sobre historia antigua, también conocía algo sobre el período gótico, gracias, sobre todo, a aquellas impresionantes catedrales que estaban diseminadas por el mundo entero, sin olvidarme de los pocos compositores que conocía en aquel momento..,Mozart, Strauss, Mendelssohn y Chopin, todo lo demás aun quedaba en tinieblas, como por ejemplo la asociación de Rafael, Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarotti con el Renacimiento, fue gracias a otro viaje cultural, esta vez a la bella y especial Viena, que me ayudaría a juntar las piezas dispersas del rompecabezas mental, viendo, ahora sí el "cuadro" terminado.
Durante los años que siguieron a aquel viaje, y con una visión mucho más clara sobre el arte seguí transitando por aquel sendero en busca de nuevas maravillas y hermosuras, pasando del Renacimiento al Neoclasicismo, de la pintura academicista , a la impresionista y neoimpresionista, y la música de principios del siglo XX, descubriendo, en los últimos años, las bellezas que encierra el arte (arquitectura, escultura, música y pintura) contemporáneo con sus miles de innovaciones que han enriquecido la vida de todos los amantes del arte. Finalmente y más allá de la habilidad, creatividad, proyecto, idea, boceto, etc que cada artista tiene en mente a la hora de realizar una obra de arte, una pregunta: ¿Se puede realizar una verdadera obra de arte sin poner el alma y el corazón en cada minúsculo detalle de su creación y de su realización?...,sinceramente creo que es tan imposible como si tratáramos de hablar sobre arte, sin tener aunque sea algún conocimiento sobre el tema, sin olvidarnos del respeto y consideración para cada artista y su obra.
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