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miércoles, 4 de julio de 2012

Museo de Arte Contemporáneo Niteroi - MAC (Oscar Niemeyer)


El proyecto del MAC-Niterói revela la osadía de un artista experimentado, responsable de una producción que  presenta una lectura bastante personal de los preceptos de la arquitectura racionalista lecorbusiana.


En la década de los 80, el régimen democrático se recuperó en Brasil y Oscar Niemeyer regresó a su patria. Encontró un país diferente al que era cuando fue convocado para diseñar Brasilia, un país cuya población se diseminaba en las periferias de las ciudades.

En las obras de esta época Niemeyer continúa trabajando con tipologías ya exploradas, losas sinuosas, cúpulas, bóvedas y plataformas, es decir, con el vocabulario de su universo curvo. Ubicado en el alto de Miranta da Boa Viagem de la ciudad de Niterói, gozando de una espléndida vista del Pam de Azúcar y el Corcovado, se encuentra justo enfrente de la Bahía de Guanabara de Río de Janeiro, Brasil, accesible a través de un impresionante puente o del ferry.


Aquellos que visitan la obra de 2500 metros cuadrados del Museo de Arte Contemporáneo de Niteroi, admiran una obra donde la técnica da un importante apoyo al arte. Concebida a partir de una figura revolucionaria de doble curvatura, el Museo destaca sobre el acantilado como un simbólico faro levantado frente a la bahía.


La combinación de los elementos que la rodean, una plaza abierta de 2500 metros cuadrados, un espejo de agua en su base con 817 metros cuadrados de superficie y 60 centímetros de profundidad, confieren a la estructura una apariencia de gran ligereza.






La estructura modernista de líneas circulares y con forma de platillo, en algunas ocasiones ha sido comparada con un OVNI. La estructura posa sobre una fuente de agua desde donde pareciera emerger el plato volador blanco, simulando estar suspendido en el aire. 


El proyecto está formado por una planta semienterrado rodeado por el espejo de agua y un cuerpo superior formado por tres niveles. Una rampa serpenteante externa, que conduce al visitante a través de sus 98 metros libres en el espacio, sirve de enlace a las dos primeras plantas del museo, conectando el espacio público con el núcleo central que contiene la sala de exposición permanente. 


Planta baja: Además del almacén donde se guardan obras, hay un bar, un restaurante y un auditorio con una capacidad de 60 personas. En el restaurante, una delgada ventana se abre horizontalmente a lo largo de la fachada permitiendo contemplar la bahía. TAmbién se ubicaron en este subsuelo una central de energía con 800 KVA, bombas hidráulicas y dos tanques de agua de 6000 metros cúbicos cada uno.


Primer nivel: Además de la recepción, una sala de trabajo, un gran hall de entrada, y las dependencias administrativas, se tiene acceso a la gran sala hexagonal y de doble altura, rodeada por una promenade circular que se abre a la vista de la bahía a través de una ventana continua que rodea todo el volumen. El salón de exposiciones mide 393,13 metros cuadrados.








Entrepiso: Este se encuentra entre el primero y el segundo nivel, rodea todo el interior del museo y está dividido en salas menores, destinadas también a exposiciones. 


Segundo nivel: Esta planta está compuesta por cinco galerías, con un total de 697,40 metros cuadrados para exposición. 


Oscar Niemeyer diseñó una estructura radical de dieciséis metros de altura, con una cubierta de cincuenta metros de diámetro y casi 2000 metros cuadrados de superficie, que se sustenta en un solo apoyo central cilíndrico de 9 metros de diámetro, anclado en una zapata gigante de dos metros de altura. Esta compleja estructura que parece flotar en el aire fue diseñada para soportar un peso equivalente a 400 kg por metro cuadrado y vientos de hasta 200 kilómetros por hora.


La gran sala central, con 462 metros cuadrados, completamente libre de columnas y contorneada en la parte superior por un amplio espaciodestinado a muestras menores, ha impulsado la implantación de cuadros con grandes vigas pretensadas y radiales bajo el techo del museo. Dichas vigas se apoyan en seis pilares de 50 cm de diámetro.


Los cuadros de vigas y pilares forman de este modo una especie de mesa que se apoya a su vez sobre la estructura del primer piso. El peso de esta superstructura , transmitidos por las columnas de la mensionada mesa sobre el primer piso es sustentado por un conjunto de vigas radiales realizadas también en concreto pretensado que apoyan sobre el pilar central. 






Para su construcción fueron retiradas 5500 toneladas de material excavado y consumidos 3.200.000 metros cúbicos de hormigón , suficiente para levantar un edificio de 10 plantas.


La cubierta circular recibió un tratamiento térmico e impermeabilizante.


Las vigas fueron construidas con hormigón pretensado.


En la construcción del pavimento de la gran rampa de acceso se ha utilizado hormigón de color tojo, combinado con el blanco de los muros laterales. Los suelos de las salas se revistieron con 3000 metros cuadrados de alfombra azul.


Las 70 planchas de cristal tríplex fueron fabricadas exclusivamente para el proyecto. Cada hoja de 18 mm de espesor, de color bronce, tiene 4, 80 metros de altura y 1.85 de ancho. Encuadradas por perfiles de acero y con una inclinación de 40 grados respecto al plano horizontal, soportan un peso equivalente a 20 personas.


En la sala central la iluminación es técnica envolviendo el ambiente conjuntamente con la iluminación proveniente de las cristaleras. Lo mismo ocurre en la planta superior. Desde dentro de la moldura, formada por la reunión de la planta con el techo, se oculta una luz indirecta que ilumina el ambiente con suavidad.


En total, para iluminar los salones de exposiciones principales fueron necesarias 400 lámparas fluorescentes, y 200 dicroicas. En el entresuelo se colocaron 200 fluorescentes  y 200 dicroicas.


Externamente el museo es iluminado por las luces de 34 focos de avión, de 1000 vatios cada uno e instalados sobre o debajo del agua, en la base del edificio, creando una entonación espacial que destaca la ligereza de la estructura principal. Luz tangensial se extiende por encima de la parte superior de la cubierta dirigiéndose al cielo. Finalmente, para garantizar la seguridad de los visitantes, tanto de día como de noche, la rampa que lleva al museo tiene su contorno delineado por un rayo de luz.









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