Los Medici o Médicis fueron una poderosa e influyente familia del Renacimiento de Florencia, entre cuyos miembros se destacaron cuatro papas (León X, Clemente VII, Pío IV y León XI), numerosos dirigentes florentinos, que sobresalieron por ser mecenas, patrocinando desinteresadamente a los artistas y científicos de su época.
Los Medici fueron uno de los linajes de mecenas más importantes de Italia y de Europa. Los logros más significativos de la familia fueron en el campo del arte y de la arquitectura, tanto que los talentos que ellos emplearon son hoy las referencias principales.
La principal adquisición de la familia a través de la historia fue Miguel Ángel, un arquitecto, escultor y pintor, considerado uno de los mejores en los tres campos, quien produjo una serie de obras para distintos miembros de la familia, comenzando con Lorenzo el Magnífico. Además de contratistas de obras de arquitectura y mecenas artísticos, los Médici fueron prolíficos coleccionistas, reuniendo multitud de obras que hoy forman la colección central de la Galleria Uffizi de Florencia.
En arquitectura, los Médici son responsables de varios edificios notables de Florencia, incluyendo la Galleria Uffizi, el Palacio Pitti, los Jardines de Boboli y el Palacio Medici.
- Juan di Bici de Medici comisionó personalmente a Brunelleschi para reconstruir la iglesia de San Lorenzo en 1419
- Cosme el Grande también encargó a Brunelleschi finalizar la cúpula de Santa Maria dei Fiori. Finalizada en 1436, era la cúpula más grande de su época
- Leonor Álvarez de Toledo, esposa de Cosme I, compró el Palazzo Pitti a Buonaccorso Pitti en 1550
- Cosme I apadrinó a Vasari, que construyó la Galleria Uffizi en 1560
Biblioteca Laurenciana, vestíbulo, escalera (Miguel Ángel Buonarotti) |
Los Medici eran originarios del valle de Muguello. Emigraron a Florencia en el siglo XIII, pero consolidaron su riqueza bajo Juan de Medici (Giovanni di Bici, 1360 - 1429), cuyo hijo Cosme se convirtió en 1434 en el primer dignatario de la ciudad, posición que ocupó igualmente su hijo Pedro y su nieto Lorenzo, que pasará a la posteridad con el nombre de Lorenzo el Magnífico. Expulsada en dos ocasiones, y después reclamada, la familia tomó el control casi absoluto de la Toscana. Alabados como mecenas y criticados como tiranos, tuvieron una vida bastante atormentada. Cosme de Medici (1389 - 1464) ejerció tanto imperio sobre la oligarquía florentina que ésta creía, que privándola de su dirección, cuando fue expulsado en 1433 de la ciudad, recaería forzosamente en la deplorable política de cada uno para sí. Fundó una dinastía que rigió el destino de Florencia, primero secretamente durante el siglo XV, después abiertamente durante los siglos XVI y XVII. Había heredado de su padre un buen sentido comercial y olfato para los negocios.
El mecenazgo es, a menudo una buena apuesta y Cosme tenía ambiciones dinásticas. Adquirió manuscritos, fundó bibliotecas (San Marcos, en la Abadía de Fiesiole, y la Biblioteca Laurenciana), patrocinó a figuras importantes como Argyropolous o Marcilio Ficino, crenado un círculo de debates que el inicio de la Academia Platónica. Frecuentó a pintores como Fra Angelico, al cual comisionó el retablo para el altar mayor de San Marcos y a Paolo Uccello quien pintó para él, en tres episodios, la Batalla de San Romano. Su escultor preferido fue Donatello, a quien confió la decoración en etrusco y las puertas de bronce de la Vieja Sacristía de San Lorenzo. Ejecutó también para Cosme la estatua de David y el grupo de Judith Holofernes. Puso en manifiesto varias veces su pasión por la arquitectura. Aunque admiraba a Brunelleschim quien en 1436 terminaba la cúpula de la catedral, Cosme escogió a Michelozzo di Bartolomeo para la construcción de las villas de Careggi y de Cafaggiolo, así como para la edificación del palacio de la via Larga.
El concepto de vida familiar retirada en el campo fue acelerado por una evolución que empezó a vislumbrarse en la Florencia del siglo XV, cuando se empezaron a construir villas con jardín contiguo y cerrado. Fue en edificios como el Palacio Medicis de Michelozzo o el Palacio Pitti donde empezaron a desarrollarse ese tipo de jardines.
Los primeros jardines de este tipo fueron adoptados en torno a las propiedades de las familias patricias, en medio del paisaje de la Toscana. Los humanistas florentinos no fueron tampoco privados de villas adaptadasa sus sueños. La creación de la Academia coincide con el regalo hecho a Ficino por Cosme, en 1462, de una pequeña morada, vecina de la suya, en Careggi. Muy pronto el jardín adquirió una importancia primordial, como lo muestra gran villa medicea, la de Careggi. Michelozzo había acabado las reformas de la antigua casa solariega gótica, adquirida por Cosme hacia 1434 - 1440, había simplificado su aspecto y añadido una fachada que daba a los parterres, perforada por vanos más armoniosos. Pió II y Galeazzo Maria Sforza la visitaron como una de las más bellas moradas de Italia, sobre todo por el encanto de su jardín.
Lorenzo de Medici (1449 - 1492) sucede a su padre, Pedro de Medici a la edad de 20 años. Llamado el Magnífico, acabó por merecer su sobrenombre: la guerra había sumido a Italia en un baño de tal humillación que los florentinos vieron en Lorenzo al santo patrón de una era de paz, de abundancia y de gloria. En el siglo XIX historeadores nostálgicos cantaron las alabanzas del hombre que ofreció a su ciudad el último gran período de dominio cultural, era la época de Ficino y de Pico della Miracola, de Fillipino Lippi, de Botticelli y de Verocchio, de las grandes esperanzas de Leonardo da Vinci y de las ambiciones del joven Miguel Ángel.
La gran innovación cultural de Lorenzo se puede encontrar en su pasión por la vida en el campo y en su afición por las justas a las cuales les dio un fuerte impulso. Su obra política aparece como ardua y complicada, ya que tuvo que mostrarse atento en no abusar del margen de independencia del que gozaba la familia. En cambio, sus intervenciones en el campo cultural prueban que en el interior del hombre de estado y del jefe del clan se escondía un príncipe erudito. Su gran orgullo fue el de haber obtenido, en 1489, del papa Inocencio VIII el título de cardenal para su hijo Juan (el futuro Leon X), que iba a inmortalizar el nombre de los Medici.
Indiscutiblemente dotado de un gran talento y de una sólida cultura, Lorenzo de Medici tenía el sentido de la innovación intelectual y artística. Para él, el mecenagazgo consistía menos en efectuar encargos que en exhortar a los grandes a recurrir a los servicios de los artistas florentinos. En 1480 recomienda al rey de Nápoles, Giuliano da Maiano, y en torno a 1485 Verocchio viaja a Venecia. En la misma fecha Leonardo da Vinci se trasladó a Milán, bajo la sugerencia del señor de Florencia, que ansiaba satisfacer a Ludovico el Moro. En 1481, a instancias de Sixto IV della Rovere, reconciliado con Florencia, un equipo de pintores, entre las más importantes personalidades del arte toscano, Botticelli, Domencico Ghirlandaio, Signorelli, son enviados a Roma para decorar la Capilla Sixtina. A su vez Fillipino Lippi viaja a Roma llamado por el cardenal Carafa para decorar su capilla en la iglesia Santa Maria Sopra Minerva y por el papa Alejandro VI para pintar los Aposentos Borgia. Incitó a su primo Lorenzo di Pierfrancesco encargar a Botticelli La Primavera y El Nacimiento de Venus. Fueron los Tornabuoni y los Sassetti, asociados de Lorenzo el Magnífico, quienes pagaron a Ghirlandaio los ciclos de frescos de Santa Trinitá y de Santa Maria Novella. Encomendó a Giuliano da Sangallo la edificación de una de sus casas de campo favoritas, la de Poggio a Calano, y a Perugino, Botticelli, Ghirlandaio y Fillipino Lippi decorar su villa de Spedaletto, cerca de Arezzo, cuyos frescos han desaparecido. Discípulo de Botticelli, trabajó en Spoleto y en Roma, Fillipino LIppi recibió en 1484 - 1485 el encargo de terminar los prestigiosos frescos de Masaccio (fallecido unos cincuenta años antes) en la capilla Brancacci de la iglesia del Carmine de Florencia. Fue solicitado asimismo por los Strozzi en 1487, para decorar la capilla de la familia, situado en el transepto de Santa Maria Novella.
Giuliano da Sangallo (1445 - 1516) fue el arquitecto oficial de Lorenzo el Magnífico. Como heredero de la tradición de Brunelleschi, dirigió, a instancias de Lorenzo, los primeros trabajos de construcción de la iglesia Santa María delle Carceri en Prato. Superando a su maestro, supo interprestar los ideales aristocráticos y neoplatónicos del círculo de los Medici. Ejecutó la sacristía de la iglesia Santo Spiritu y realizó la villa de Poggio a Calano. También Benedetto da Maiano (1442 - 1497), formó parte del selecto grupo de arquitectos de Lorenzo el Magnífico. Construyó el Palazzo Strozzi, partiendo de criterios elaborados por Michelozzo.
La acción cultural de Lorenzo el Magnífico se manifestó de dos maneras: por una prestigiosa política y por un cierto número de iniciativas personales y de encargos. No se puede ignorar la magnitud de la primera, aunque tendiera a desalojar de Florencia a sus artistas, por otro lado, los proyectos más interesantes fueron casi todos interrumpidos por la muerte prematura de Lorenzo a los cuarenta y tres años de edad.
El mecenazgo es, a menudo una buena apuesta y Cosme tenía ambiciones dinásticas. Adquirió manuscritos, fundó bibliotecas (San Marcos, en la Abadía de Fiesiole, y la Biblioteca Laurenciana), patrocinó a figuras importantes como Argyropolous o Marcilio Ficino, crenado un círculo de debates que el inicio de la Academia Platónica. Frecuentó a pintores como Fra Angelico, al cual comisionó el retablo para el altar mayor de San Marcos y a Paolo Uccello quien pintó para él, en tres episodios, la Batalla de San Romano. Su escultor preferido fue Donatello, a quien confió la decoración en etrusco y las puertas de bronce de la Vieja Sacristía de San Lorenzo. Ejecutó también para Cosme la estatua de David y el grupo de Judith Holofernes. Puso en manifiesto varias veces su pasión por la arquitectura. Aunque admiraba a Brunelleschim quien en 1436 terminaba la cúpula de la catedral, Cosme escogió a Michelozzo di Bartolomeo para la construcción de las villas de Careggi y de Cafaggiolo, así como para la edificación del palacio de la via Larga.
El concepto de vida familiar retirada en el campo fue acelerado por una evolución que empezó a vislumbrarse en la Florencia del siglo XV, cuando se empezaron a construir villas con jardín contiguo y cerrado. Fue en edificios como el Palacio Medicis de Michelozzo o el Palacio Pitti donde empezaron a desarrollarse ese tipo de jardines.
Los primeros jardines de este tipo fueron adoptados en torno a las propiedades de las familias patricias, en medio del paisaje de la Toscana. Los humanistas florentinos no fueron tampoco privados de villas adaptadasa sus sueños. La creación de la Academia coincide con el regalo hecho a Ficino por Cosme, en 1462, de una pequeña morada, vecina de la suya, en Careggi. Muy pronto el jardín adquirió una importancia primordial, como lo muestra gran villa medicea, la de Careggi. Michelozzo había acabado las reformas de la antigua casa solariega gótica, adquirida por Cosme hacia 1434 - 1440, había simplificado su aspecto y añadido una fachada que daba a los parterres, perforada por vanos más armoniosos. Pió II y Galeazzo Maria Sforza la visitaron como una de las más bellas moradas de Italia, sobre todo por el encanto de su jardín.
Annunciazione Cavalcanti (Santa Croce, Firenze), fue realizada por Donatello |
Lorenzo de Medici (1449 - 1492) sucede a su padre, Pedro de Medici a la edad de 20 años. Llamado el Magnífico, acabó por merecer su sobrenombre: la guerra había sumido a Italia en un baño de tal humillación que los florentinos vieron en Lorenzo al santo patrón de una era de paz, de abundancia y de gloria. En el siglo XIX historeadores nostálgicos cantaron las alabanzas del hombre que ofreció a su ciudad el último gran período de dominio cultural, era la época de Ficino y de Pico della Miracola, de Fillipino Lippi, de Botticelli y de Verocchio, de las grandes esperanzas de Leonardo da Vinci y de las ambiciones del joven Miguel Ángel.
La gran innovación cultural de Lorenzo se puede encontrar en su pasión por la vida en el campo y en su afición por las justas a las cuales les dio un fuerte impulso. Su obra política aparece como ardua y complicada, ya que tuvo que mostrarse atento en no abusar del margen de independencia del que gozaba la familia. En cambio, sus intervenciones en el campo cultural prueban que en el interior del hombre de estado y del jefe del clan se escondía un príncipe erudito. Su gran orgullo fue el de haber obtenido, en 1489, del papa Inocencio VIII el título de cardenal para su hijo Juan (el futuro Leon X), que iba a inmortalizar el nombre de los Medici.
Indiscutiblemente dotado de un gran talento y de una sólida cultura, Lorenzo de Medici tenía el sentido de la innovación intelectual y artística. Para él, el mecenagazgo consistía menos en efectuar encargos que en exhortar a los grandes a recurrir a los servicios de los artistas florentinos. En 1480 recomienda al rey de Nápoles, Giuliano da Maiano, y en torno a 1485 Verocchio viaja a Venecia. En la misma fecha Leonardo da Vinci se trasladó a Milán, bajo la sugerencia del señor de Florencia, que ansiaba satisfacer a Ludovico el Moro. En 1481, a instancias de Sixto IV della Rovere, reconciliado con Florencia, un equipo de pintores, entre las más importantes personalidades del arte toscano, Botticelli, Domencico Ghirlandaio, Signorelli, son enviados a Roma para decorar la Capilla Sixtina. A su vez Fillipino Lippi viaja a Roma llamado por el cardenal Carafa para decorar su capilla en la iglesia Santa Maria Sopra Minerva y por el papa Alejandro VI para pintar los Aposentos Borgia. Incitó a su primo Lorenzo di Pierfrancesco encargar a Botticelli La Primavera y El Nacimiento de Venus. Fueron los Tornabuoni y los Sassetti, asociados de Lorenzo el Magnífico, quienes pagaron a Ghirlandaio los ciclos de frescos de Santa Trinitá y de Santa Maria Novella. Encomendó a Giuliano da Sangallo la edificación de una de sus casas de campo favoritas, la de Poggio a Calano, y a Perugino, Botticelli, Ghirlandaio y Fillipino Lippi decorar su villa de Spedaletto, cerca de Arezzo, cuyos frescos han desaparecido. Discípulo de Botticelli, trabajó en Spoleto y en Roma, Fillipino LIppi recibió en 1484 - 1485 el encargo de terminar los prestigiosos frescos de Masaccio (fallecido unos cincuenta años antes) en la capilla Brancacci de la iglesia del Carmine de Florencia. Fue solicitado asimismo por los Strozzi en 1487, para decorar la capilla de la familia, situado en el transepto de Santa Maria Novella.
Giuliano da Sangallo (1445 - 1516) fue el arquitecto oficial de Lorenzo el Magnífico. Como heredero de la tradición de Brunelleschi, dirigió, a instancias de Lorenzo, los primeros trabajos de construcción de la iglesia Santa María delle Carceri en Prato. Superando a su maestro, supo interprestar los ideales aristocráticos y neoplatónicos del círculo de los Medici. Ejecutó la sacristía de la iglesia Santo Spiritu y realizó la villa de Poggio a Calano. También Benedetto da Maiano (1442 - 1497), formó parte del selecto grupo de arquitectos de Lorenzo el Magnífico. Construyó el Palazzo Strozzi, partiendo de criterios elaborados por Michelozzo.
La acción cultural de Lorenzo el Magnífico se manifestó de dos maneras: por una prestigiosa política y por un cierto número de iniciativas personales y de encargos. No se puede ignorar la magnitud de la primera, aunque tendiera a desalojar de Florencia a sus artistas, por otro lado, los proyectos más interesantes fueron casi todos interrumpidos por la muerte prematura de Lorenzo a los cuarenta y tres años de edad.
Villa de Poggio a Caiano, Giuliano da Sangallo, 1487. |
Hola. Felicitaciones por el trabajo. ¿A qué fuentes formales recurriste para esta información?
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